lunes, 21 de marzo de 2011

Detalles que son necesarios

Buen detalle Raquel!

Hay detalles que parecen innecesarios, pero es mejor saberlos...

En el océano, dos grandes tiburones blancos espían a los sobrevivientes de un barco hundido.
Dice el tiburón padre, a la vez que comienzan a nadar hacia la gente:
- Sígueme hijo. Y haz lo que te digo: Primero, nadamos alrededor de ellos unas cuantas veces mostrando solamente la punta de nuestra aleta dorsal.
Así lo hicieron.
- ¡Bien hecho hijo! Ahora nadamos a su alrededor otras cuantas veces, pero mostrando las aletas completas, la dorsal y la caudal. Así lo hicieron.
- Muy bien hijito, ahora viene la mejor!! ¡nos los comemos a todos!
Y... ñam, ñam, ñam...
Cuando terminan de darse el festín, el hijo pregunta:
- Papá, por qué no nos los comemos a todos desde el principio? Porqué tenemos que nadar en círculos alrededor de ellos?
El sabio padre contesta:
- Hijo mío, créeme que te lo digo por experiencia propia:
Saben mucho mejor SIN LA CACA DENTRO

2 comentarios:

  1. ¡¡ESTOS CONSULTORES!!...

    Ayer fui a un restaurante a celebrar una comida con compañeros, y noté que el camarero que nos atendió, llevaba una cuchara en el bolsillo de su chaleco.

    Me pareció un poco extraño pero no le dí mayor importancia. Sin embargo, cuando el encargado nos trajo la carta, pude notar que él también tenía una cuchara en el bolsillo de su chaqueta.

    Miré entonces alrededor del salón y ví que todos los camareros tenían una cuchara en sus chalecos. Cuando el camarero regresó a tomar el pedido, le pregunté:

    - ¿Oiga, por qué la cuchara?
    - Bueno -me explicó- los dueños del restaurante contrataron a la consultora Andersen, expertos en eficiencia, con el objeto de revisar todos nuestros procesos. Después de semanas de análisis estadísticos, concluyeron que a los clientes se les caía la cuchara un 73 % más frecuentemente que los otros cubiertos.
    Eso representa una frecuencia de caídas de 3 cucharas por hora por mesa.
    Si nuestro personal se prepara para cubrir esta contingencia, podríamos reducir el numero de viajes a la cocina y ahorrar aproximadamente 0,5 horas-hombre por turno.

    En el momento en que terminamos de hablar, escuché un sonido metálico en la mesa de atrás. Rápidamente, el camarero diligentemente reemplazó la cuchara caída por la que llevaba en su chaleco, y me dijo:

    - Cogeré otra cuchara cuando vaya a la cocina en lugar de hacer un viaje extra para buscarla ahora.
    Me quedé impresionado.

    - Gracias. - le dije -, me deja boquiabierto.

    - No hay problema - contestó, y continuó haciendo su trabajo. Mientras todo el mundo hablaba y reía, yo continué observando a mi alrededor.
    Y fue entonces cuando observé un fino hilo negro colgando de la bragueta de otro camarero. Rápidamente, recorrí con la mirada el salón observando, con cierto esfuerzo visual, que todos los camareros llevaban el mismo hilo negro colgando de sus braguetas.

    Mi curiosidad fue mayor que mi prudencia y entonces, cuando el camarero se acercó a mi sitio le pregunté señalando con el dedo:
    - Perdóneme, pero, ¿por qué...eso... eh ... o ¿para qué es ese hilo?.
    - ¡Oh sí!, - contestó, y comenzó a hablarme en un tono más bajo -. No hay mucha gente tan observadora como Usted - me dijo, y continuó:
    - La Consultora de Eficiencia de la que le hablé, encontró que nosotros también podíamos ahorrar tiempo cuando vamos a el baño.
    - No me diga - respondí incredulo.
    - Vea, - me dijo -, atando este fino hilo a la punta de nuestro, eh...bueno de eso... de uno mismo, podemos sacarla sobre el water sin tocarnos, y de esa forma eliminar la necesidad de lavarnos las manos, cada vez que terminamos, y asi acortamos el tiempo consumido en el baño en un 93%.
    - !Que bien! - dije -. Eso tiene sentido.
    Pero luego, pensando en el proceso, volví a preguntarle:

    - Espere un momento. Si la cuerda le ayuda a sacarla, ¿como la vuelve a guardar sin tocarla?
    - Bueno, me susurró, entre nosotros... yo no sé como lo harán los otros, pero yo uso la cuchara.

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  2. Un marido a su mujer:

    ¡¡¡jajajajajaja!!!!. ¿Viendo un canal de cocina? ¡Si no sabes cocinar!

    Ella, con cara seria responde:

    Tu ves Porno y no digo nada.

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