miércoles, 21 de mayo de 2014

Los cuatro acuerdos de la sabiduría

NO SUPONGAS

No des nada por supuesto. Si tienes duda aclárala, si sospechas pregunta. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen FUNDAMENTO.

 

HONRA TUS PALABRAS

Lo que sale de tu boca es lo que tú eres. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; y si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras es ser coherente, con lo que piensas y con lo que haces.

 

NO TE TOMES NADA PERSONAL

Ni la peor OFENSA, ni el peor DESAIRE, ni la más grave HERIDA. En la medida que alguien te quiere lastimas, en esa medida ese alguien se lastima a si mismo.

 

HAZ SIEMPRE LO MEJOR

Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte ni arrepentirte de nada.

 

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Nadie camina por la vida sin haber pisado en falso, nadie recoge rosas sin sentir sus espinas, nadie siente amor sin probar dolor.

Vale más fracasar por intentar un triunfo, que dejar de triunfar por temor a un fracaso. Lucha por lo que quieras y ama de verdad.

No te atormentes por el pasado que ya pasó, no te lamentes por el futuro que aún no ha llegado, vive el presente y hazlo tan hermoso que merezca ser recordado siempre.


Tus palabras demuestran quien quieres ser, mientras que tus acciones demuestran quien en verdad eres. Aunque a veces, de lo que hables, también demuestra lo que eres.


Leí una vez en una entrevista a una periodista:

"Sólo me conozco mis propios cabreos. Yo, cuando me enfado, necesito estar sola, muy sola, darme tiempo, hacer la digestión y, despacito, ir diseccionando los sentimientos para ver qué parte de mi enfado es contra mí misma y qué parte contra los otros."

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